La lengua de signos es una SUPERLENGUA

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Recientemente se ha publicado una investigación del Centro Nacional para la Investigación Científica en la que la riqueza icónica de la lengua de signos pone en evidencia las limitaciones de los idiomas orales.


Las contribuciones y beneficios de las lenguas de signos son numerosas especialmente en el arte y en la ciencia. A ellas cabe añadirse una última contribución en el campo de la lingüística que puede ayudar a entender mejor las lenguas orales.

Esta investigación fue llevada a cabo por Philippe Schlenker, investigador del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) y profesor emérito de la Universidad de Nueva York. El CNRS es la institución de investigación más importante de Francia y la Universidad de Nueva York se encuentra entre las 50 mejores universidades del mundo, lo que nos da una idea del prestigio del investigador.

En búsqueda de la semántica universal

Hace tiempo que los/as lingüistas intentan encontrar los principios de la gramática universal, lo cual no significa que todas las lenguas puedan aplicar las mismas reglas gramaticales, sino que pueden haber principios de construcción gramatical que subyacen en todas las lenguas y por las que el ser humano nace con la habilidad de comunicarse en una lengua.

De la misma manera, también hay un interés creciente en la semántica universal que intenta explicar cómo los seres humanos construimos los significados desde el punto de vista de la lingüística, aunque los estudios se encuentran menos avanzados que la gramática universal. La lengua de signos viene entonces a aportar un poco de luz al estado de estos estudios tal y cómo lo hizo con los estudios gramaticales.

Conferencia subtitulada en español de Noam Chomsky, lingüista impulsor de la teoría de la gramática universal.

Las lenguas de signos son más transparentes

Una de las cosas que esta investigación viene a decirnos es que las lenguas de signos son más transparentes en el sentido en que semánticamente hay menos equívocos que en las lenguas orales. El investigador pone el siguiente ejemplo:
Sarkozy le dijo a Obama que él sería reelegido
Esta oración resulta ambigua en todas las lenguas orales ya que el pronombre personal "él" no sabemos si se refiere a Sarkozy o a Obama.

Sin embargo, esto no ocurre en las lenguas de signos, donde se utiliza el espacio para representar a Sarkozy y a Obama, por ejemplo, situándolos en distintos puntos del espacio sígnico, a la derecha uno y a la izquierda otro. El pronombre en lengua de signos necesariamente tiene que apuntar a uno u otro lado dependiendo de a quién se refiera.

Esta ambigüedad de las lenguas orales hace que muchas veces la traducción de una lengua oral a la lengua de signos sea complicada, siendo frecuente achacarlo a una limitación de la lengua de signos cuando esta investigación demuestra que, en realidad, es una evidente debilidad de las lenguas orales.


Philippe Schlenker (foto: Université de Genève)



Las lenguas de signos son superlenguas

La investigación también demuestra que las lenguas de signos son "en algunas dimensiones, más expresivas que las lenguas habladas porque combinan el mismo tipo de recursos lógicos con medios icónicos mucho más ricos", según palabras del propio investigador, lo que les vale el calificativo de superlenguas.

Esto lo ejemplifica con el verbo "crecer". Este verbo puede expresar al mismo tiempo la velocidad del crecimiento y la amplitud con la que se crece: la velocidad del crecimiento se expresa con la velocidad del movimiento del signo y la amplitud con una mayor distancia final entre las manos, tal y como puede verse en la siguiente imagen:

Representación de la amplitud y velocidad del verbo "crecer" en lengua de signos americana. La velocidad con la que algo crece se representa con la velocidad del movimiento del signo (slow movement o fast movement) y la amplitud con la distancia final entre las manos (narow endpoints, medium endpoints y broad endpoints). Foto: Philippe Schlenker (2018).

Esto en las lenguas orales no es posible en una misma palabra, únicamente podría representar icónicamente la amplitud y son pocas las palabras orales que admiten esta iconicidad. Por ejemplo, diciendo "graaaaaaande".

De esta manera, las lenguas de signos pueden ayudar a un mejor conocimiento de algunos aspectos ocultos de las lenguas orales, una contribución más a la ciencia que se suma a otras ventajas y contribuciones que ya hemos visto en Excepcionales:



Fuentes:

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